Las oportunidades en la vida son como esas brisas de las noches ardientes de verano: Van y vienen; necesitamos aprovecharlas cada minuto cuando se hacen presentes y prepararnos para después.
Cuántas veces llegan, las vemos, estamos conscientes, pero ¡No hacemos nada !
Simplemente, ¡Dudamos de nosotros mismos !Cuántas veces llegan, las vemos, estamos conscientes, pero ¡No hacemos nada !
Son nuestras barreras emocionales, la inseguridad, el miedo, la falta de fe, las que paralizan nuestras piernas.
Cuando las oportunidades llamen a tu puerta, antes de decir no con un montón de disculpas que ni tú mismo crees, levanta la vista hacia lo alto. Si una vocecita responde dentro de tu corazón y tu alma se llena de paz, es que hiciste una buena elección.
¡ Sigue adelante entonces !
No esperes ver todas las soluciones de una vez, las flores nacen cada una a su tiempo y hay frutos para todas las estaciones.
Letícia Thompson
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